Un proyecto europeo alumbra un nuevo paradigma de la educación asistida por las TIC.
Expertos europeos en robótica, realidad virtual, psicología experimental y neurociencia desarrollan los llamados Interfaces Enactive, basados en el uso de las manos para el aprendizaje a través de la acción, alumbrando un nuevo paradigma de la educación asistida por las tecnologías de la información. El conocimiento que se adquiere con estos interfaces queda grabado en forma de respuestas motoras y se adquiere sólo mediante el “hacer”, que se considera la transmisión de conocimiento más directa. Usando estos interfaces, con una pantalla, un guante y alguna herramienta, se puede aprender carpintería de la misma forma que si el aprendiz estuviera en un taller real. Los Interfaces Enactive también podrían utilizarse para rehabilitaciones, prácticas de cirugía o exploración espacial. Por Yaiza Martínez.
Un proyecto de investigación de la Unión Europea bautizado como Enactive está desarrollando una interesante forma de enseñanza basada en la combinación de las tecnologías de la información (TI) y los trabajos manuales. Se trata de crear una fórmula de aprendizaje “haciendo”; de un conocimiento que se alcanza con actuación o “enacción”. Para ello no se utilizan herramientas tradicionales, sino realidad virtual. La enacción permite adquirir información utilizando el cuerpo y, sumada a las nuevas tecnologías, promete convertirse en un nuevo paradigma en la educación asistida por las TI, publica el servicio de información de la UE, Cordis, en un comunicado. El aprendizaje por enacción se inició cuando el primer proto-humano descubrió que un hueso, por ejemplo, podía convertirse en una herramienta. Desde entonces ha llovido mucho, y en nuestra sociedad moderna los trabajos manuales o físicos se han transformado en raros o marginales, simplemente porque nos hemos acostumbrado a que los hagan las máquinas. Conocimiento enactivo El proyecto Enactive ha permitido en los últimos años que se desarrolle una próspera comunidad de investigación que trabaja en el conocimiento enactivo asistido por ordenadores. Expertos en robótica, realidad virtual, psicología experimental o neurociencia comparten actualmente en esa comunidad tanto recursos como información. El objetivo general de Enactive ha sido la creación de una comunidad de investigación multidisciplinar que produzca en un futuro una nueva generación de interfaces ordenador-humano bautizadas como Interfaces Enactive. La interacción convencional con la información que proporcionan los ordenadores se basa mayormente en el conocimiento simbólico (palabras, símbolos matemáticos…) o icónico (imágenes visuales como diagramas e ilustraciones). La interacción con los PC que promueve Enactive estaría basada en el uso activo de las manos. Reunión de disciplinas El conocimiento enactivo queda grabado en los humanos en la forma de respuestas motoras, y se adquiere sólo mediante el “hacer”. Por ejemplo: saber escribir a máquina, conducir un coche, bailar o tocar un instrumento musical, etc. requieren de un aprendizaje derivado de la práctica, que se considera la transmisión de conocimiento más directa. Hasta ahora, la interacción enactiva entre humanos y ordenadores no ha sido muy explorada, pero evidentemente precisa de nuevos tipos de interfaces y programas informáticos capaces de “colaborar” con los usuarios a un nivel más complejo de representación de la información. El coordinador del proyecto Enactive, Massimo Bergamaso, profesor de Mecánica Aplicada en la Facultad de Ciencias Experimentales de la Scuola Superiore Sant'Anna, de Pisa (Italia), afirma que hace unos años había grupos de investigación de distintas disciplinas trabajando por separado en interfaces o enacción, pero que sólo gracias a Enactive sus esfuerzos se han reunido. Hoy existe una sociedad, un congreso, e incluso uno de los socios del proyecto está creando un laboratorio destinado a la investigación en este campo. Carpintería virtual Las aplicaciones potenciales de los interfaces Enactive son fáciles de imaginar: con una pantalla, un guante y alguna herramienta, por ejemplo, se puede aprender carpintería. Los interfaces permiten modificar las sensaciones percibidas a través del guante para reflejar diversos tipos de madera, y también utilizar multitud de piezas de prueba que serán reemplazadas virtualmente. Por más que suene a increíble, llegará a ser cierto, tal y como ha demostrado otro proyecto de la Unión Europea bautizado como Haptex, en el que un equipo de investigadores ha conseguido recrear virtualmente el “tacto” de un tejido virtual. Su textura, resitencia y elasticidad son transmitidas a través del guante con enorme realismo. Los Interfaces Enactive del futuro también podrían utilizarse para rehabilitaciones, prácticas de cirugía o exploración espacial. Sus potenciales aplicaciones son ilimitadas, asegura Bergamaso. Origen hápitco La reciente introducción en los entornos virutales de los dispositivos hápticos (interfaces que proporcionan una sensación física al usuario), como el guante creado por Haptex, sumados a los dispositivos de audio y visión proporcionan una impresión muy realista que permitirá que el concepto de enacción, vinculado a estas tecnologías, suponga una verdadera revolución en interactividad hombre-máquinas. Los Interfaces Enactive, según el proyecto Enactive, pueden ser considerados un nuevo paso hacia el pleno desarrollo de esta interactividad porque pueden reconocer los gestos del usuario al inicio de cada acción e interpretarlos (en términos de intenciones, habilidad o competencia) para adaptarse a él y ayudarle a mejorar su rendimiento. Estos interfaces podrían llegar a tener un gran impacto. El proyecto Enactive trata de desarrollarlos centrándose en tres objetivos principales: integración, investigación y difusión.
Yaiza Martínez
Expertos europeos en robótica, realidad virtual, psicología experimental y neurociencia desarrollan los llamados Interfaces Enactive, basados en el uso de las manos para el aprendizaje a través de la acción, alumbrando un nuevo paradigma de la educación asistida por las tecnologías de la información. El conocimiento que se adquiere con estos interfaces queda grabado en forma de respuestas motoras y se adquiere sólo mediante el “hacer”, que se considera la transmisión de conocimiento más directa. Usando estos interfaces, con una pantalla, un guante y alguna herramienta, se puede aprender carpintería de la misma forma que si el aprendiz estuviera en un taller real. Los Interfaces Enactive también podrían utilizarse para rehabilitaciones, prácticas de cirugía o exploración espacial. Por Yaiza Martínez.
Un proyecto de investigación de la Unión Europea bautizado como Enactive está desarrollando una interesante forma de enseñanza basada en la combinación de las tecnologías de la información (TI) y los trabajos manuales. Se trata de crear una fórmula de aprendizaje “haciendo”; de un conocimiento que se alcanza con actuación o “enacción”. Para ello no se utilizan herramientas tradicionales, sino realidad virtual. La enacción permite adquirir información utilizando el cuerpo y, sumada a las nuevas tecnologías, promete convertirse en un nuevo paradigma en la educación asistida por las TI, publica el servicio de información de la UE, Cordis, en un comunicado. El aprendizaje por enacción se inició cuando el primer proto-humano descubrió que un hueso, por ejemplo, podía convertirse en una herramienta. Desde entonces ha llovido mucho, y en nuestra sociedad moderna los trabajos manuales o físicos se han transformado en raros o marginales, simplemente porque nos hemos acostumbrado a que los hagan las máquinas. Conocimiento enactivo El proyecto Enactive ha permitido en los últimos años que se desarrolle una próspera comunidad de investigación que trabaja en el conocimiento enactivo asistido por ordenadores. Expertos en robótica, realidad virtual, psicología experimental o neurociencia comparten actualmente en esa comunidad tanto recursos como información. El objetivo general de Enactive ha sido la creación de una comunidad de investigación multidisciplinar que produzca en un futuro una nueva generación de interfaces ordenador-humano bautizadas como Interfaces Enactive. La interacción convencional con la información que proporcionan los ordenadores se basa mayormente en el conocimiento simbólico (palabras, símbolos matemáticos…) o icónico (imágenes visuales como diagramas e ilustraciones). La interacción con los PC que promueve Enactive estaría basada en el uso activo de las manos. Reunión de disciplinas El conocimiento enactivo queda grabado en los humanos en la forma de respuestas motoras, y se adquiere sólo mediante el “hacer”. Por ejemplo: saber escribir a máquina, conducir un coche, bailar o tocar un instrumento musical, etc. requieren de un aprendizaje derivado de la práctica, que se considera la transmisión de conocimiento más directa. Hasta ahora, la interacción enactiva entre humanos y ordenadores no ha sido muy explorada, pero evidentemente precisa de nuevos tipos de interfaces y programas informáticos capaces de “colaborar” con los usuarios a un nivel más complejo de representación de la información. El coordinador del proyecto Enactive, Massimo Bergamaso, profesor de Mecánica Aplicada en la Facultad de Ciencias Experimentales de la Scuola Superiore Sant'Anna, de Pisa (Italia), afirma que hace unos años había grupos de investigación de distintas disciplinas trabajando por separado en interfaces o enacción, pero que sólo gracias a Enactive sus esfuerzos se han reunido. Hoy existe una sociedad, un congreso, e incluso uno de los socios del proyecto está creando un laboratorio destinado a la investigación en este campo. Carpintería virtual Las aplicaciones potenciales de los interfaces Enactive son fáciles de imaginar: con una pantalla, un guante y alguna herramienta, por ejemplo, se puede aprender carpintería. Los interfaces permiten modificar las sensaciones percibidas a través del guante para reflejar diversos tipos de madera, y también utilizar multitud de piezas de prueba que serán reemplazadas virtualmente. Por más que suene a increíble, llegará a ser cierto, tal y como ha demostrado otro proyecto de la Unión Europea bautizado como Haptex, en el que un equipo de investigadores ha conseguido recrear virtualmente el “tacto” de un tejido virtual. Su textura, resitencia y elasticidad son transmitidas a través del guante con enorme realismo. Los Interfaces Enactive del futuro también podrían utilizarse para rehabilitaciones, prácticas de cirugía o exploración espacial. Sus potenciales aplicaciones son ilimitadas, asegura Bergamaso. Origen hápitco La reciente introducción en los entornos virutales de los dispositivos hápticos (interfaces que proporcionan una sensación física al usuario), como el guante creado por Haptex, sumados a los dispositivos de audio y visión proporcionan una impresión muy realista que permitirá que el concepto de enacción, vinculado a estas tecnologías, suponga una verdadera revolución en interactividad hombre-máquinas. Los Interfaces Enactive, según el proyecto Enactive, pueden ser considerados un nuevo paso hacia el pleno desarrollo de esta interactividad porque pueden reconocer los gestos del usuario al inicio de cada acción e interpretarlos (en términos de intenciones, habilidad o competencia) para adaptarse a él y ayudarle a mejorar su rendimiento. Estos interfaces podrían llegar a tener un gran impacto. El proyecto Enactive trata de desarrollarlos centrándose en tres objetivos principales: integración, investigación y difusión.
Yaiza Martínez
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